El veneno de un alacrán provoca una intoxicación que se manifiesta principalmente en el lugar donde se sufre la picadura de este insecto.

Hay una gama amplia de signos y síntomas, los primeros son el dolor, sensación de adormecimiento, hasta contracciones musculares, pasando también por una sudoración en la piel, palidez, fiebre inicial seguida de una hipotermia.

Realmente quien tenga una picadura de alacrán la pasa muy mal, porque además puede sufrir cefalea, vértigo, astenia con somnolencia, estado de agitación, vómitos acuosos, distensión abdominal, diarrea, cólico intestinal, perturbaciones visuales, dolores musculares y articulares, taquicardia, insuficiencia cardiaca, edema pulmonar y disminución de la producción de orina.

Existen distintos tipos de alacranes, algunos realmente son muy peligrosos como el alacrán albino (de color amarillo), que con una sola picadura puede provocar la muerte.

También están los alacranes negros, que aunque generan picaduras fuertes con efectos graves, no provocan la muerte.

Los alacranes se encuentran comúnmente en espacios pequeños, áticos, debajo de troncos, piedras, en la basura, y habita normalmente en lugares oscuros, húmedos y tranquilos.

Recomendamos que siempre limpies tu casa y si encuentras alacranes, háblanos inmediatamente a Control de Plagas Agro-Hogar.


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